Todos los padres se ven en la situación de tener que ayudar a sus hijos con las tareas escolares, y aquí surge el dilema ¿pasamos horas con nuestros hijos frente a los libros y cuadernos o los dejamos solos con sus obligaciones escolares?
Ambas posturas tienen sus pros y sus contras, pero en el medio encontramos la solución. Es decir, debemos ayudar a nuestros hijos a arreglárselas solos, pero para ello es importante que les acompañemos durante su crecimiento.
Los niños depe ndiendo de su edad, van a necesitar un tipo de ayuda:
- Hasta los 8 años: un niño necesita ayuda para organizarse y que le enseñemos un método de trabajo sencillo. Debe aprender a asimilar los datos de los problemas, a comprender los planteamientos y conceptos. Aunque en el mejor de los casos el niño pueda realizar los deberes solo, los padres deben comprobar el trabajo realizado.
- Si realizamos lo anterior, cuando el niño se encuentre entre los 9 y 11 años ya habrá adquirido un método de trabajo. Aún así, hay algunos niños que aún no han conseguido un grado de autonomía y siguen necesitando algo de ayuda para organizarse.
- A partir de los 12 años se considera que un niño ya es capaz de organizarse y planificar los deberes en función de la urgencia y de la cantidad de trabajo que les pidan en la escuela.
Por lo tanto, el papel de los padres a la hora de estudiar con sus hijos es el de enseñarles a adquirir los hábitos de estudio necesarios para que poco a poco vayan siendo capaces de realizar su trabajo diario y adquieran responsabilidad, eficacia y poco a poco ganen autonomía.
En casi todos los procesos de crecimiento nuestros hijos necesitan apoyo, en el ámbito de los estudios ocurre lo mismo. Es cierto que en ocasiones por cuestiones laborales, de horarios o porque no se sabe cómo desarrollar de forma eficaz no podemos ayudarles, en tal caso es aconsejable proporcionarles la ayuda de un profesional.
Por eso en Sinfón Centro de Logopedia hemos puesto a vuestra disposición un servicio de refuerzo escolar y técnicas de estudio